La selección argentina -al igual que sucede con otros seleccionados- acaso sea el plantel que más referentes reúne dentro de un campo de juego. El último Mundial contó con la participación de Sergio “Kun” Agüero, de Gonzalo “Pipita” Higuaín, de Javier Mascherano y de Lionel Messi. En la última década, la Selección mostró la construcción de un plantel lleno de figuras. Este grupo, sin embargo, fue muy cuestionado, no sólo debido a la falta de resultados, sino también -y sobre todo- a raíz de las decisiones y acciones que tomaron en conjunto.
Aunque luego del Mundial de Rusia no volvió a jugar con la “Albiceleste”, Messi es referente de la Selección por el simple hecho de ser uno de los mejores jugadores del mundo y de la historia. Capitán de Argentina y de su club, Barcelona, la “Pulga” carga con la pesada mochila de no haber podido ganar títulos con la celeste y blanca. Acaso nunca lleguemos a conocer realmente cuáles son las principales características del rosarino como referente, debido a que su imagen siempre estará condicionada por todo lo que “está obligado a ser”. Las expectativas que se posan sobre él se vuelven responsabilidades, y ssto se potencia con los prejuicios, ante cada fracaso.
Hasta Diego Maradona criticó su personalidad. “Messi es un grandísimo futbolista, el mejor del mundo junto a Cristiano Ronaldo, pero antes de hablar y pedir un técnico se va a jugar a la Play. Es inútil querer hacer caudillo a un tipo que va 20 veces al baño antes de un partido. No lo endiosemos más. Él en Barcelona es único y en la Selección es uno más”, fue la dura expresión del entrenador de Dorados de Culiacán, equipo que milita en el fútbol de ascenso de México.